Por: Antonio de J
La película es dinámica y rápida, aunque al principio demasiado. Su principal adjetivo podría ser entretenida. Definitivamente su audiencia meta son los fans de hueso colorado, pues sus referencias y la poca introducción que se les da a algunos personajes son notables.
Cabe recordar que Zack Snyder fue el culpable de una tediosa y oscura Batman vs Superman, pero en esta ocasión, es parte de una digerible y oscura Justice League. Sí, la poca saturación en el filme puede seguir siendo criticada, pero se ve compensada por bromas adecuadas y nada forzadas que le dan fluidez.
El argumento se centra en lo acontecido después de la muerte de Superman. Una nueva amenaza se aproxima para la humanidad, y Batman, junto a la Mujer Maravilla, tienen que formar un equipo que ayude a detenerla.
Los elegidos para completar al grupo son Flash, uno muy divertido y, me atrevo a decir, el mejor personaje de la película. Se complementa muy bien y el actor (Ezra Miller) logra darle el toque de «el chistoso del equipo» que hace recordar al de las series animadas.
También está Aquaman, un personaje que sabe equilibrar la seriedad con la comedia. No tanto así Cyborg, un personaje que, aunque tiene bastante importancia en la trama, no lo hace notar.
La película, en general, es buena. Tiene tintes épicos que la hacen emocionante, pero tiene otros puntos débiles como los efectos especiales que la hacen ver como una película cualquiera, no digno de un universo cinematográfico de superhéroes. Hablando de ese universo, esta película le da un respiro, no tan hondo como el de Mujer Maravilla, pero sí uno que puede aplacar críticas severas y polémicas como las que generó Batman v Superman. Definitivamente era lo que DC necesitaba para entrar de lleno a la competencia en el mundo de las películas de superhéroes, indicio que también da en su escena post-créditos.