¿Solo o mal acompañado?

Por: Marichuy Solís

Estamos rodeados de personas que día con día nos persuaden para que pensemos que es necesario tener a alguien a tu lado para ser feliz y poder llegar a la plenitud. Se dice que debemos encontrar a nuestra media naranja, enamorarnos completamente y entregarnos el uno al otro. Y sí, está bien, pero… ¿el ser humano siempre tendrá que depender de alguien más para sentirse completo?

Cuando estás en una relación amorosa las flores caen sobre ti, la vida es rosa y nadie se compara con esa persona. Los sentimientos están a flor de piel, al principio todo es bello, tierno, adorable y sientes que las horas no corren cuando estas con él o bien, con ella. Recibir y dar amor sería lo más prudente, pero muchas veces no es así. Las relaciones son de dos, y si tu pareja no aporta nada hacia ella no tiene sentido seguir con esa persona. Hablen claro, solucionen las cosas, o simplemente no alarguen más algo que no los llevará a ningún lado.

Cuando estás soltero, tú eres tu propia ley. Tienes el control de ti mismo, sin necesidad de que alguien te diga qué hacer y qué no hacer. El dinero, rinde más y sueles tener más tiempo para ti. Normalmente, tener una pareja amorosa implica ser completamente sincero, cuando estás solo, no tienes que justificarte con nadie acerca de lo que haces o dejas de hacer; simplemente haces lo que quieres, cuando quieres y como quieres.

Hay momentos para todo, incluso para el amor. Quien no tiene miedo a estar solo, y sabe esperar, tarde o temprano conocerá a la persona correcta. Bien dicen que, cuando menos lo esperas es cuando viene lo bueno. Relájate, no te sientas solo, al contrario, disfruta de cada instante de tu vida sin importar si estás con alguien o no, muchas veces es preferible estar solo a tener un mal acompañante. Así, aprendes a valorarte, tienes mayor comunicación contigo mismo y lograrás saber qué es lo que realmente buscas en una persona.